Regulación Epigenética: Cúrcuma y Resveratrol


La Epigenética es una nueva ciencia, referida a los cambios que ocurren en el genoma, que no involucran una alteración en las secuencias de las letras del ADN, como ocurre en la genética clásica. La Epigenética si bien descubierta en el siglo XIX, “Es un hallazgo notable, que hará posible “reactivar” aquellos genes del ADN humano que sufren una alteración que los atrofia. Por ejemplo, gracias a la Epigenética se podrán revertir las mutaciones de los Genes vinculados al Cáncer, Parkinson, la Diabetes o el Síndrome Metabólico...” Así lo indica el Dr. Manuel Santos, Académico e Investigador de las Facultades de Medicina y de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.

La creencia convencional ha sido que los genes controlan su propia expresión y por lo tanto son la causa directa de ciertas enfermedades. Esto sentó las bases de la idea de que los genes predeterminan la salud. Sin embargo, en realidad los genes NO se auto-regulan. Los genes no son más que planos y estos planos son activados y controlados por el medio. Esta información ambiental que incluye la alimentación, las exposiciones toxicas, así como los pensamientos, las emociones y mucho más, puede crear más de 30.000 variaciones diferentes de cada modelo, permitiendo una sobresaliente cantidad de margen de maniobra en la modificación de la expresión  o “lectura” de cada gen.

En la actualidad, las terapias convencionales para combatir el cáncer son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, “corte, envenene y queme”. Sin embargo, muchos tumores desarrollan resistencia a los quimioterápicos, lo que se conoce como quimioresistencia. La quimioresistencia también conduce a otras complicaciones. Por lo tanto, los investigadores están buscando quimiosensibilizadores efectivos que puedan ayudar a superar esa resistencia. Esta estrategia básicamente se basa en utilizar un medicamento para mejorar la actividad de otro, modulando los mecanismos que provocan la resistencia.

Se ha demostrado que un gran número de productos y compuestos naturales actúan como quimiosensibilizadores de manera efectiva. Dos de los más prometedores son el resveratrol y la curcumina. Tener “genes malos”, no quiere decir que se está condenado a sufrir un destino inevitable como el cáncer. Como resultado de estos hallazgos, finalmente estamos viendo a la ciencia alterar su curso para investigar el poder de la nutrición óptima, con el objetivo de mejorar la salud y evitar, en principio, que se presenten enfermedades crónicas.


LA CÚRCUMA

En mayo del año pasado, se publicó un estudio que investigó la capacidad de curcumina para afectar la regularización epigenética en la revista Genes & Nutrition. Los autores afirman:“La regularización epigenética, que incluye cambios en la metilación del ADN, modificaciones de las histonas y alteración en la expresión del microRNA (miRNA) sin ningún cambio en la secuencia del ADN, constituyen un mecanismo importante por el cual los componentes alimenticios pueden activar o desactivar de manera selectiva la expresión genética”.

Recientemente se ha determinado que la curcumina, este maravilloso componente de la especia de oro “la cúrcuma”, induce cambios epigenéticos… El galato de epigalocatequina (EGCG por sus siglas en inglés) y el resveratrol, también han demostrado alterar los mecanismos epigenéticos, lo cual podría conducir a un aumento de la sensibilidad de las células de cáncer a los agentes convencionales y por lo tanto la “inhibición del crecimiento tumoral”.

La Curcumina es una potente raíz anticancerígena. En la actualidad, entre todos los nutrientes, la curcumina es la que tiene el mayor respaldo científico para su uso contra el cáncer. Curiosamente esto también incluye los metabolitos de curcumina y sus derivados, que también son anti-cancerígenos.


Además, la curcumina es segura para el tratamiento de todos los tipos de cáncer y no es tóxica. Los investigadores han descubierto que una vez que la curcumina entra a la célula puede afectar a más de 100 vías diferentes. Más específicamente, se ha descubierto que la curcumina:
  1. Inhibe la proliferación de células tumorales.
  2. Disminuye la inflamación.
  3. Inhibe la transformación de células normales a tumorales.
  4. Inhibe la síntesis de la proteína que es instrumental en la formación de tumores.
  5. Ayuda al cuerpo a destruir las células de cáncer mutadas para que no puedan expandirse por el mismo.
  6. Ayuda a evitar el desarrollo de suministros adicionales de sangre en el crecimiento de las células cancerosas (angiogénesis).
  7. Tiene actividad quimiosensibilizadora.
  8. Tiene actividad radiosensibilizadora.

Otro estudio realizado el año pasado, publicado en el Natural Product Reports describe a la curcumina como un producto terapéutico, para paliar una amplia variedad de enfermedades aparte del cáncer, como:
  1. Enfermedades del hígado y pulmón.
  2. Enfermedades neurológicas.
  3. Enfermedades metabólicas.
  4. Trastornos autoinmunes.
  5. Enfermedades cardiovasculares.
  6. Enfermedades inflamatorias.

¿Cómo es posible que un solo agente posea tantos efectos? Parte de la respuesta reside en la capacidad que tiene esta especia para afectar la señalización de las moléculas. Por ejemplo, la curcumina ha demostrado interactuar directamente con:
  1. Moléculas inflamatorias.
  2. Proteínas de las células supervivientes.
  3. Histonas.
  4. Virus de inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH1) integrasa y proteasa.
  5. ADN y ARN.
  6. Varias proteínas portadoras y los iones metálicos.

De acuerdo con los autores del artículo anterior:

“La base molecular de una enfermedad está relacionada con la desregularización de una gama de moléculas de señalización. Con la llegada de avanzadas herramientas moleculares, ahora sabemos que más de 500 genes diferentes controlan cualquier enfermedad”.


La curcumina no es fácil de absorber. Una estrategia que puede ayudar a aumentar su absorción es poner una cuchara de polvo de cúrcuma en un cuarto de agua hirviendo. Después de hervirla durante diez minutos se habrá creado una solución al 12% que puede tomarse cuando se enfríe. El poder de la curcumina irá descendiendo gradualmente en la solución. A las seis horas habrá disminuido mucho su potencia, por lo que es mejor beberla en las primeras cuatro horas.


EL RESVERATROL. UN QUIMIOSENSIBILIZADOR NATURAL

Agentes naturales como el resveratrol, una potente sustancia antioxidante que se encuentra en el vino tinto y otros alimentos, tiene propiedades muy benéficas para la salud.

En el 2011 en una revisión de los agentes alimenticios que sensibilizan los tumores, haciéndolos más susceptibles al tratamiento con medicamentos de quimioterapia, el resveratrol fue presentado como un claro candidato. Los tipos de tumores específicos que mostraron responder de manera favorable fueron:
  1. Carcinoma de pulmón.
  2. Mieloide aguda y leucemia promielocítica.
  3. Mieloma múltiple.
  4. Cáncer de próstata.
  5. Carcinoma epidermoide oral.
  6. Cáncer de páncreas.

La primera evidencia de los efectos anti-cáncer del resveratrol fue publicada en 1997. Los resultados recibieron gran interés por parte de los investigadores del cáncer y desde entonces se han hecho muchos estudios sobre este potente antioxidante. Se ha descubierto que el resveratrol, que puede encontrarse en el vino tinto, la piel de las uvas rojas, las frutas, los vegetales, las legumbres y las semillas, tiene las siguientes acciones y funciones:
  1. Amplio espectro antimicrobiano.
  2. Anti-infeccioso.
  3. Antioxidante.
  4. Protege el sistema cardiovascular.
  5. Anti- cancerígeno.

De acuerdo con la revisión publicada en el Annals of the New York Academy of Science: “Las actividades anti-cancerígenas del resveratrol están mediadas a través de la modulación de varias moléculas que regulan la progresión del ciclo celular, inflamación, proliferación, apoptosis, invasión, metástasis y angiogénesis de las células tumorales. Se ha demostrado que el resveratrol puede sensibilizar las células resistentes a los agentes quimioterapéuticos al superar uno o más mecanismos de la quimioresistencia. Sin embargo, se ha demostrado que en algunas células tumorales, el resveratrol actúa como quimioprotector”.


En otro estudio realizado el año pasado, publicado en la revista Experimental Biology and Medicine, se descubrió que el resveratrol ayuda a aliviar muchos de los debilitantes efectos secundarios del tratamiento del cáncer convencional, tales como:
  1. Caquexia (síndrome de desgaste).
  2. Anorexia.
  3. Fatiga.
  4. Depresión.
  5. Dolor neuropático.
  6. Ansiedad.
  7. Deterioro cognitivo.
  8. Trastornos del sueño.
  9. Delirio (confusión aguda).

Los autores señalan la evidencia que indica que estos síntomas son causados principalmente por la desregularización de las vías inflamatorias del cuerpo. Por lo tanto, los compuestos antinflamatorios que pueden modular las vías inflamatorias e influir en las moléculas inflamatorias podrían ayudar a mejorar estos síntomas en los pacientes con cáncer. El nombre de varios agentes nutricionales conocidos por conseguir lo que aquí mencionamos son: Resveratrol, Curcumina, Genisteína, Galato de epigalocatequina y Licopeno.

De acuerdo con los autores:

“Estos nutracéuticos son químicamente diversos y afectan la producción de varias citocinas inflamatorias. La extensa investigación en años recientes ha indicado que la inflamación crónica conduce a varios trastornos crónicos relacionados con el cáncer.

Un papel central en la inducción de la inflamación crónica se desempeña por un conjunto de genes que codifican citocinas proinflamatorias tales como, IL-1, IL-2, IL-6, TNFa y la proteína quiotáctica de monocitos 1. Lo que es común en todas estas moléculas es que sean reguladas por el factor de transcripción NFkB. Esto hace al NFkB un objetivo atractivo para la intervención terapéutica.

Se ha identificado un número de compuestos que pueden suprimir la activación NFkB, incluyendo los antioxidantes, inhibidores de la proteasa, salicilatos, inmunosupresores y agentes inflamatorios”.


Esto nos lleva al siguiente hecho interesante sobre los productos naturales como el resveratrol y la curcumina, es decir, su impacto en la expresión genética. Lo que significa que pueden tener una potente influencia protectora, ya sea activando o desactivando los genes.

Algunas estrategias para prevenir problemas de salud como el cáncer son:

Reducir o eliminar los alimentos procesados, la fructosa y el consumo de granos y carbohidratos.

Controlar los niveles de insulina y leptina.

Normalizar la relación omega-3/omega-6, así como reducir el consumo de aceites vegetales procesados.

Hacer ejercicio de manera regular. Controlar los niveles de insulina a través del ejercicio es una de las formas más poderosas de reducir el riesgo de cáncer. Además, el ejercicio mejora la actuación de las células inmunes.

El sueño.

Reduzcir la exposición a toxinas ambientales, como pesticidas, limpiadores químicos caseros, aromatizantes sintéticos y contaminación del aire.

Limitar la exposición y protegerse contra los EMF producidos por los teléfonos celulares, las estaciones base, torres celulares y estaciones inalámbricas. El 31 de mayo del 2001, la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), un grupo de la Organización Mundial de Salud (WHO), declaró que los teléfonos celulares son “posibles cancerígenos para los seres humanos”.

Evitar freír o quemar los alimentos.

El CDC afirma que el 85 por ciento de las enfermedades son causadas por factores emocionales. Expresarlas y acceder a herramientas para poderlas liberar es otro factor a tener muy en cuenta.

Comer al menos un tercio de los alimentos en su forma cruda.



En la sección de "DOCUMENTALES" encontraras un enlace a un video titulado: 
  • EPIGENÉTICA: LA NUEVA REVOLUCIÓN BIOLÓGICA


FUENTES Y REFERENCIAS:

Dr. Joseph Mercola, Epigenética.

Annals of the New York Academy of Sciences January 2011; 1215:150-160.

Experimental Biology and Medicine 2011; 236: 658-671.

Genes Nutrition May 2011; 6(2): 93–108.



Lucía Madrigal                    



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