Alimentación Saludable


“Si no cuidas tu cuerpo, ¿dónde vas a vivir?” 

Una alimentación saludable no contiene ingredientes mágicos, sino naturales y forma parte de un estilo de vida que conduce a la salud y al bienestar. En el mundo occidental, hemos adoptado hábitos de vida que han roto con una serie de pautas saludables, que se practicaban hace más de 50 años.

Entonces, cada cual cultivaba sus propios alimentos y no se necesitaba utilizar agroquímicos para que estos crecieran fuertes y nutritivos. En realidad, no desaparecieron las plagas por el uso de pesticidas, sino que aparecieron más plagas por el uso de los mismos, ya que se fueron rompiendo los ecosistemas.

Según las costumbres de cada lugar, se preparaban fermentados de vegetales. Además, los precocinados no existían y se cocinaban los alimentos al calor descendente de las ollas, que se ponían sobre placas o chimeneas, y se comían alimentos crudos que pasaban casi directamente de la planta o del árbol a la boca. Nos alimentábamos mejor. 


Es cierto que el ritmo vertiginoso de nuestras vidas no nos permite mucha dedicación a todas estas tareas, que mucha gente cree daban mucho trabajo extra, pero es una cuestión de prioridades. ¡No cuesta mucho preparar un fermentado o cocinar a fuego lento! El uso de las ollas rápidas vacía de nutrientes todo lo que se cocina en ellas. Así que no comemos nada, o mejor no nos nutrimos. Es evidente, que la comida preparada sin prisas nos aporta más nutrientes y nos sienta mejor. También nos sientan mejor las combinaciones simples de alimentos.

Deberíamos aprender de los niños. Ellos tienen un nutricionista interno que les dice qué y cómo comer, nosotros no. Cuando a un niño pequeño se le proporcionan una variedad de alimentos sobre una bandeja, él reconoce el tipo apropiado de alimento que necesita y la cantidad. En realidad ellos no equilibran sus alimentos en un día sino a lo largo de la semana y prefieren comer cada día una cosa diferente. Supongo que todos sabemos lo rápido que esta forma intuitiva de comer es distorsionada. Cuando un padre ve que su pequeño está comiendo la misma cosa durante todo un día, se apresura a darle más tipos de alimentos para compensar una carencia que no existe.

Otra cosa demostrada es que cuando nos acostumbramos a cocinar sin detenimiento, eligiendo precocinados y alimentos elaborados, también somos más tendentes a comer fuera de casa y a elegir comida rápida. Esto trae consigo un deterioro en la salud y una mayor inversión económica. Según algunos investigadores:

"Una mayor cantidad de tiempo dedicado a la preparación de los alimentos en casa está asociada con indicadores de mayor calidad en la dieta, incluyendo la ingesta significativamente más frecuente de verduras... Los resultados indican que el tiempo podría ser un ingrediente esencial en la producción de hábitos alimenticios más saludables entre los adultos".


La preparación de alimentos crudos es sumamente beneficiosa para nuestra salud, tardamos poco en hacer una ensalada o un batido de verduras. Si deshidratamos, podemos dedicar una día a hacerlo y conservar los preparados en un lugar fresco. Hamburguesas, albóndigas de semillas,  panes, tostadas…pueden aguantar hasta cinco días. Después podemos preparar una salsa o un aliño y listo.

Crudo o cocinado, lo ideal es preparar nuestra comida cada día, de lo contrario, corremos el riesgo de comer alimentos que han perdido su vitalidad o de recalentar los alimentos en exceso, cosa poco saludable e incluso, usar el microondas, lo que constituye una opción menos saludable todavía. Si aun así, no podemos encargarnos de cocinar a diario, podemos hacerlo en grandes cantidades, y mantener los alimentos congelados o refrigerados. Pero hay que recordar que es preferible el alimento fresco y reciente y que la comida no puede ser recalentada una y otra vez. Además, no necesitamos que cueza antes de ser servida.

Como en una ciudad es difícil disponer de un lugar para sembrar nuestros propios alimentos, los brotes y los germinados son una opción muy saludable. No obstante, hay muchos experimentos que hacen posible el tener un huerto urbano en casa, incluso los habitantes de apartamentos pueden crear un jardín comestible bien surtido. Se pueden utilizar cestas colgantes para una amplia variedad de cultivos, incluyendo verduras de hoja verde, tomates, y una gran variedad de hierbas, y en lugar de flores, jardineras y parterres se pueden sembrar hierbas y verduras de hoja, que son sumamente saludables.


Como ya hemos indicado, otra opción para una alimentación saludable es la fermentación de vegetales frescos. Los alimentos fermentados son quelantes potentes, desintoxicantes y contienen niveles mucho más altos de  probióticos que los suplementos, lo que es ideal para la optimización de la flora intestinal. Un cuarto o media taza de vegetales fermentados puede tener un impacto espectacularmente beneficioso para nuestra salud

Una vez que tenemos nuestros preciosos platos preparados, cocinados y elaborados por nosotros, sobre la mesa, hay que comer despacio. La ecuación comer cualquier cosa y hacerlo en cinco minutos, no es saludable. Cuando comemos bajo estrés, el cuerpo no puede prepararse óptimamente para digerir los alimentos, asimilar los nutrientes, y quemar calorías. Podemos estar comiendo los alimentos más saludables del mundo, pero si nuestro cuerpo no puede digerir completamente y asimilar la comida, no obtendremos beneficios de ella, ni seremos capaces de quemar calorías con eficacia. 

Compartir nuestra mesa es también un hábito que nos aporta salud y que es particularmente valioso para los niños. Las investigaciones muestran que los niños que comen en familia tienen más probabilidades de estar en un rango de peso saludable y suelen reconocer mejor los buenos alimentos, también son menos propensos a desarrollar trastornos de alimentación. En la mesa con sus padres, los niños aprenden a comer despacio y a relacionar el acto de comer con un momento de diversión y conexión. No se debe comer con ansiedad sino con alegría y con paz. 


Por último un hecho maravillo y muy saludable es el agradecimiento por todo lo que abarca la comida: los alimentos, su elaboración y preparación, el encuentro, la experiencia y el aprendizaje.

Todas estas actividades podemos hacerlas en familia. Hacer partícipes a nuestros hijos en la preparación de un jardín de plantas comestibles, en su cuidado, en la elaboración de brotes y germinados, las compras de alimentos, la preparación de la comida y participar juntos de algo creado por todos, disfrutar del encuentro y el agradecimiento enseña a nuestros hijos valores incuestionables. Se trata de lecciones muy valiosas para la construcción de un rico patrimonio familiar, que nos proporciona las herramientas que necesitamos para vivir vidas largas y saludables. 

Los mejores médicos  del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría.

                                                                                                                      Jonathan Swift


(Puedes encontrar más información sobre fermentados y su elaboración, Brotes germinados, Comer en familia, La gratitud o La preparación de alimentos crudos en este blog).



Lucía Madrigal                



No hay comentarios :

Publicar un comentario