Los Chicles


Puede que te guste mucho masticar chicle, sin embargo seguramente no te has planteado por qué lo haces. Es como fumar, un hábito, algo automático que realizas cada día sin darte cuenta, algo que quizás te remonte a la infancia, o te sirva para canalizar algún asunto que tu psique te muestra a través de la comida. La comida nos habla de nosotros, masticar chicle nos habla de nosotros, aunque no lo creas.


A los niños también les gusta, aunque cambien de chicle cuando el sabor está un poco agotado y prefieran otros tipos de chuches, los chicles son dulces. La verdad, es que masticar goma de mascar no es un hábito muy saludable, por un lado porque sus ingredientes son cuestionables y por otro porque el impacto en los dientes y la digestión no nos beneficia. Sin embargo, creemos que masticando chicle aliviamos el estrés emocional, refrescamos el aliento, superamos los antojos de alimentos o incluso nos hemos hecho adictos a los sabores que, por cierto son muchísimos y la industria alimentaria conoce muy bien como engancharnos a ellos.


Pero… ¿por qué no son saludables si sólo masticamos? Masticar chicles tiene sus efectos secundarios. Vamos a saber cuáles son:

La Goma de mascar puede aumentar la ingesta de comida basura

Muchas personas mastican un chicle para reducir los antojos de alimentos y ayudar, eso creen, a evitar el consumo de alimentos poco saludables. Sin embargo, mientras que la investigación demuestra que la goma de mascar reduce la motivación para comer y el hambre, se desarrolla, a la par, el hábito de comer alimentos menos nutritivos.

Por ejemplo, las personas que mastican chicle tienen menos probabilidades de comer fruta y están más motivados a comer comida basura como patatas fritas y dulces. Esto es probablemente debido a que los sabores de los chicles interfieren en los que percibimos cuando comemos alimentos naturales. No podemos olvidar que con el chicle, siempre tenemos algo dulce en la boca.


Mascando chicle podemos tener problemas gastrointestinales

La goma de mascar nos hace tragar aire en exceso, lo que puede contribuir al dolor y distensión abdominal e incluso síndrome del intestino irritable. Además, cuando se mastica goma se envían señales físicas al cerebro de que estamos a punto de comer. Por tanto, las enzimas y los ácidos secretados por el estómago, el páncreas y otros órganos digestivos se liberan cuando masticamos, pero sin los alimentos que están destinados a digerir. Además, masticar chicle interfiere en los reflejos coordinados del tracto digestivo, el páncreas se deja engañar fabricando un lote de enzimas que el cerebro piensa que necesita día tras día, mes a mes y todo el día, hasta que se cansa de repetir la sobreproducción y no es capaz de producir las enzimas requeridas cuando las necesita. Las enzimas se agotan, sin que se produzca ninguna reposición desde la dieta.

Masticar y masticar puede causar hinchazón, producción excesiva de ácido en el estómago, y puede poner en peligro nuestra capacidad de producir suficientes secreciones digestivas cuando comemos alimentos de verdad. Algunas personas también pueden tener síntomas gastrointestinales adversos, incluyendo la diarrea ocasionada por los edulcorantes artificiales, que se encuentran comúnmente en las gomas de mascar.


Puede desencadenar la ATM (Trastorno  en la articulación temporomandibular)

La goma de mascar puede causar desequilibrio de los músculos de la mandíbula (si se mastica por un lado más que por el otro) y  ATM, lo que, en muchas ocasiones, llega a ser una condición crónica dolorosa. Con el tiempo, podemos tener dolores de cabeza, dolores de oído, dolores de muelas…


Podemos dañar nuestros dientes y encías

Si la goma de mascar contiene azúcar, está "baña" los dientes de azúcar mientras se mastica. Esto puede contribuir a la caries dental. Incluso si se mastica chicle sin azúcar, hay riesgos para los dientes, porque el chicle sin azúcar a menudo contiene aromas ácidos y conservantes que pueden, de hecho, dar lugar a la erosión dental.  A diferencia de las caries, la erosión dental es un proceso de descalcificación progresivo, que con el tiempo, literalmente disuelve los dientes.


Podemos tener problemas relacionados con los empastes de mercurio

Cuando se tienen empastes de mercurio, se puede llegar a producir una neurotoxina liberada a partir de las amalgamas. Se trata del vapor de mercurio, que se libera y en muy poco tiempo se encuentra en el torrente sanguíneo, lo que provoca procesos oxidativos en los tejidos.


El chicle está vinculado a los dolores de cabeza en los adolescentes

A los adolescentes les gusta mascar chicle y hacer pompas. Cuando a un chico hace esto y tiene frecuentes dolores de cabeza, ambas cosas pueden estar relacionadas. Puede ser que el dolor provenga de la articulación temporomandibular o del consumo de aspartamo, si se usan chicles sin azúcar.


¿Qué tiene un chicle?

Lanolina

La lanolina es una sustancia cerosa derivada de la lana de oveja, que ayuda a que la goma se mantenga suave. No es peligrosa para la salud, pero tampoco comestible.


Latex Artificial

Este se divide en dos categorías principales, el del chicle de mascar y el del chicle de hacer pompas, teniendo este último una mayor elasticidad. En años recientes se han creado bases no pegajosas  tanto para el  chicle de mascar como el chicle de pompas, con la intención de satisfacer las necesidades de más consumidores.

BHT (butilhidroxitolueno)

El BHT es tan tóxico ya ha sido prohibido en muchos otros países. En los EE.UU, se utiliza a menudo como un conservante en la goma de mascar y otros alimentos procesados. El BHT se ha relacionado con la toxicidad en los órganos internos, incluyendo daño renal y hepático, hiperactividad en niños, y puede ser cancerígeno.


Fosfato de Calcio

Se encuentra principalmente en la goma de los chicles Trident. Se cree que este ingrediente puede ser utilizado como un agente blanqueador o texturizador. Como derivado de la leche (caseína) altamente procesado para su obtención, poco se sabe acerca de su ingesta a largo plazo, aunque la caseína fue previamente vinculada a los envenenamientos provocados por  fórmulas para bebés en China y es un disparador bien reconocido de los problemas de inmunidad.


Goma Base

En teoría se trata de una sustancia insoluble y no nutritiva que permite que el chicle se pueda masticar durante horas. Se fabrica a partir de polímeros de calidad alimentaria, plastificantes, modificadores de textura y emulsificantes entre otros ingredientes, que le confieren al chicle sus propiedades únicas. Para ser de calidad alimentaria, la goma base debe cumplir los requisitos internacionales tales como la FDA 21 CFR 172.615 y las especificaciones del Food Chemical Codex. A pesar de todo esto, es todo un misterio de que está hecha realmente, pero los investigadores llegaron a la conclusión de que, por lo general, es una mezcla de elastómeros, resinas, plastificantes... La mayoría de los fabricantes no revelan más detalles que estos. Después de todo, ¿por qué van a querer que  sepamos lo que estamos masticando, si cera de parafina derivada del petróleo, acetato de polivinilo (cola de carpintero) o  talco? Cualquiera de ellos está relacionado con el cáncer.


Dióxido de Titanio

El dióxido de titanio se utiliza a menudo como agente blanqueador en la goma de mascar, pero ha sido vinculado a enfermedades autoinmunes, asma y la enfermedad de Crohn y es potencialmente cancerígeno, especialmente en su forma de nanopartículas.


La mayor parte de la goma de mascar contiene edulcorantes artificiales

Los edulcorantes artificiales son omnipresentes en las gomas de mascar. Muchas personas optan por chicle sin azúcar a propósito, creyendo que es más saludable que otras variedades. Pero no es así.

Uno de los edulcorantes artificiales más utilizados en la goma de mascar es el aspartamo que se metaboliza en el interior del cuerpo en metanol (un veneno) y formaldehído (que es un carcinógeno usado como líquido para embalsamar y no se elimina del organismo a través de la filtración realizada por el hígado y los riñones). Se ha relacionado con defectos de nacimiento, cáncer, tumores cerebrales y el aumento de peso.

La sucralosa (Splenda), otro endulzante artificial comúnmente utilizado en la goma de mascar. A pesar de que los estudios en animales dieron como resultado una asociación con la disminución de los glóbulos rojos (una señal de anemia), infertilidad masculina, riñones agrandados, abortos espontáneos y una mayor mortalidad, el edulcorante se sigue usando.

También puede ser que te sorprenda  saber que el consumo de edulcorantes artificiales puede causar distorsiones en la bioquímica corporal y su consumo, en realidad, puede hacer que se aumente de peso.

Polioles. Los polioles, también conocidos como polialcoholes o alcoholes de azúcar, son técnicamente hidratos de carbono, utilizados como edulcorantes bajos en calorías, pero tienen una menor densidad de energía (calorías por gramo) y a diferencia del azúcar no afectan a los niveles de azúcar en sangre y no provocan la aparición de caries dentales.

Son utilizados para aumentar la dulzura de los alimentos sin agregar azúcar por lo que generalmente se encuentran en alimentos clasificados como “bajos en calorías”, “sin azúcar” o “sin azúcar añadido”. Se pueden clasificar por su estructura química como derivados de monosacáridos (por ejemplo, manitol sorbitol, xilitol, eritritol), mezclas derivadas de disacáridos (por ejemplo, isomalt, lactitol, maltitol) o derivados de polisacáridos (por ejemplo, jarabe de maltitol o hidrolizados de almidón hidrogenado [HSH]).  Los alcoholes de azúcar más comunes en los alimentos son maltitol, sorbitol, isomalt y xilitol y son, también muy comunes en los chicles.

Aunque no tan  conflictivos como los anteriores edulcorantes,  los polioles no son inocuos. Un exceso de polioles (por ejemplo, una cantidad mayor de 50 gramos de sorbitol por día o  mayor de 20 gramos de mannitol por día) podría causar diarrea y malestar estomacal. Los productos con sorbitol y mannitol deben tener una etiqueta con la siguiente aclaración: “El consumo en exceso puede tener efecto laxante”. Hay experimentos que demuestran que cuando se come mucho chicle y se cambia mucho de goma, se pueden tener los problemas arriba descritos.


Con todo lo explicado ¿por qué comemos chicles? Es verdad que en la mayoría de los casos no sabemos ni lo que comemos y mucho menos lo que masticamos. Tampoco sabemos por qué nos gusta tener algo en la boca y masticar. Además, el etiquetado de los chicles tiene una letra muy pequeña, tan pequeña que da pereza leerla. Pero sabemos que las gomas de mascar son productos industriales y no se puede esperar que para su elaboración, sean utilizados productos naturales. Además, podemos prescindir de ellos, porque no aportan nada bueno a nuestra dieta.

Hay opciones que son saludables en las puedes encontrar las mismas satisfacciones que en un chicle:

Mejorar el aliento, limpiar los dientes, relajar el estrés o superar el antojo de alimentos…

Sólo hay que empezar a cambiar.




Lucía Madrigal             



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